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Assessment desde la universidad para lograr el éxito estudiantil

Cada vez que se habla de aseguramiento y medición de la calidad de la Educación Superior, tanto a nivel de instituciones como de programas de estudio y carreras, los departamentos involucrados se sienten cuestionados o en riesgo de ser mal calificados; el clima dentro de la entidad puede tornarse difícil.

Sin embargo, dentro de la misma institución se pueden generar las estrategias para facilitar esta entrega de información al convertir el proceso de aseguramiento y medición de la calidad o acreditación en parte de un ciclo de mejora continua, en el que todos los integrantes aportan. Se trata de Assessment, un proceso que si comienza desde la Institución de Educación Superior contribuye, no solo a la mejora de los ambientes de trabajo durante los procesos de evaluación, sino que al éxito estudiantil.

¿Qué es Assessment?

De seguro te has preguntado por que utilizamos este término en inglés, y es precisamente porque queremos hacer la distinción entre la evaluación académica común y lo que se define como el “proceso que se realiza sistemáticamente, que usa datos empíricos del aprendizaje de los estudiantes para refinar y mejorar los planes de estudio, y el aprendizaje de los estudiantes”.

Los resultados de este proceso benefician a múltiples actores de la comunidad educativa; jefes de carrera, profesores e, incluso, estudiantes. Por otro lado, las agencias acreditadoras lo valoran; ABET y Middle States Commisions on Higher Education exigen de forma explícita presentar el ciclo de mejora continua.

Procesos como este ayudan a las universidades en dos importantes necesidades, en el caso chileno se presenta de la siguiente manera:

Necesidad #1: Acreditación

En el caso de Chile para la mayoría de las carreras de las instituciones de educación superior (IES) el proceso de acreditación es voluntario, salvo por las carreras de pedagogía y medicina. Sin embargo, es un proceso que los planteles realizan puesto que es esencial que sus estudiantes puedan acceder a becas y créditos estatales o con garantía estatal.

Para 2020, la Ley de Educación Superior hará obligatoria la acreditación e instaurará niveles de acuerdo con el número de años en que una institución logre acreditarse. Hoy solo 3 instituciones alcanzan el máximo de años de acreditación (7 años).

En general, en el ámbito de las universidades, las estatales consiguen en promedio 4,7 años de acreditación, mientras que las llamadas tradicionales alcanzan 5,7. En el caso de los Institutos Profesionales (IP) y los Centros de Formación Técnica CFT el porcentaje de instituciones acreditadas es menor al 50%.

Este caso puede extrapolarse a la realidad latinoamericana, según un estudio sobre la calidad de la educación y la acreditación en américa latina, se observa una restricción de financiamiento,  crecimiento acelerado de las matrículas y aumento de instituciones -sobre todo privadas-; todos son factores que afectan directamente el aseguramiento de la calidad y, por consiguiente, buenos resultados en la acreditación.

Necesidad #2: La calidad desde la institución

Esta necesidad involucra actualizar las disciplinas, adoptar planes de estudios innovadores acorde a los cambios tecnológicos, la adquisición de competencias acorde a las necesidades de la empresa. Todos estos elementos se ven directamente reflejados en la tasa de empleabilidad de los egresados y en el tiempo que tardan en ingresar al mercado laboral.

Un ejemplo de la integración de tecnologías en estos procesos, es el caso de la postulación a la acreditación ABET de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quienes implementaron soluciones tecnológicas para transformar los procesos de recopilación de evidencia en información relevante para la gestión.

Ciclo de Assessment

El ciclo de mejoramiento de los establecimientos educacionales posee cinco etapas y una aproximación es iniciar desde la pregunta: ¿Qué queremos que nuestros estudiantes sean capaces de hacer luego de finalizada la experiencia educativa?.

Para llegar a esta conclusión se deben seguir las siguientes etapas:

  1. Escribir los resultados de aprendizaje de los estudiantes
  2. Mapear el aprendizaje del estudiante
  3. Elegir el método de evaluación
  4. Reunir data y recolectar evidencia
  5. Cerrar el ciclo con acciones basadas en datos

Un assessment exitoso produce cambios tangibles y específicos en el curriculum, los programas de curso o estudio y, en general, en toda la institución.

Desde la perspectiva de los usuarios, los casos más exitosos son aquellos que integran a todos los estamentos, un ejemplo de esto es el trabajo realizado por la Universidad Anáhuac México, gracias a la gestión de la Directora de Gestión Académico e Investigación Diana Galindo. La inclusión de los docentes promoverá la confianza en que el proceso se está realizando desde la institución, y no desde un ente externo. Esto se puede traducir en incluir visualizaciones o insights, que permitan a los docentes tomar decisiones sobre el aprendizaje de los estudiantes.

academic management

Soluciones tecnológicas como uAssessment de uPlanner permiten adjuntar documentos, unificar y declarar la información de los cursos con foco en logros de competencias.  Este tipo de plataformas son un gran aliado a la hora de implementar el ciclo assessment.

Éxito estudiantil universitario

Durante mucho tiempo las carreras universitarias parecían un boleto directo al éxito y al ascenso social. Sin embargo, ahora se hace cada vez más necesario rediseñar este camino para que siga asegurando el éxito de los profesionales que egresen. Se hace necesario otorgar una certificación significativa que asegure que los estudiantes adquieren habilidades acordes con las necesidades actuales.

Los problemas con los que generalmente se encuentran las instituciones de educación superior al implementar el ciclo de mejora continua tienen estrecha relación con las necesidades de las empresas sobre un profesional y, por consiguiente, con entregar las herramientas necesarias durante el camino del estudiante para que logre el éxito.

En términos generales, estas son algunas:

  • Los empleadores indican una brecha entre lo que el estudiante debe saber para desempeñarse exitosamente en el mercado laboral y lo que sabe al egreso.
  • El aumento de la cobertura de la educación superior significa el ingreso de un porcentaje significativo a la fuerza laboral; un 40% de las personas entre 25 y 34 años en los países OCDE se graduarán de alguna institución de educación superior. Esta cifra sigue en aumento.
  • Existe una débil correlación entre grado académico y desempeño laboral.

Las posibilidades para la mejora continua son muchas, actualmente en el mercado existen herramientas flexibles que permiten a las entidades educativas lograr distintos objetivos, como aumentar la empleabilidad de sus egresados al demostrar las competencias requeridas por los empleadores, o cumplir con regulaciones locales, como es el caso de la Ley N°20.903 de Supervisión en las Carreras de Pedagogía en Chile, la cual exige estándares para la formación continua en la carrera docente.

Implementar una solución no es solo instalar un software, con muchas posibilidades es de vital importancia fijar objetivos e impulsar la mejora internamente, la institución tiene que hacerse cargo y empoderarse de lo que quiere demostrar con su ciclo de assessment.

Los múltiples usos del ciclo assessment han sido ampliamente reconocidos, un ejemplo es el Currículo Nacional para Inglaterra y Gales y, en reformas paralelas, en Escocia e Irlanda del Norte.  Los cuales afiman: «A fin de subir los estándares de logro de cada uno de los estudiantes, se necesita, además, reconocer y desarrollar la decisiva contribución de la evaluación diaria del profesor para planear el avance durante toda una etapa clave».

Por otro lado, la Association of Teachers and Lecturers, Doing our Level Best destaca; «la evaluación debe ser un poderoso instrumento para el aprendizaje, no tan sólo una solución política para los problemas percibidos sobre los estándares y la rendición de cuentas».

Conclusión

Un assessment desde la universidad mantiene a una universidad al día con las necesidades de la sociedad sobre los profesionales en formación y, al mismo tiempo, es una herramienta importante para el análisis continuo del aprendizaje de los estudiantes y de las metodologías de enseñanza y aprendizaje aplicadas por profesores.

El reto es movilizar el foco de la institución desde utilizar los resultados de los ciclos de assessment para juicios sobre los estudiantes, profesores o curriculum a usarlo como evidencia para sostener el aprendizaje del estudiante.

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