Estrategias para mejorar la retención de estudiantes

La fuga de estudiantes en la educación superior se ha convertido en un asunto de mucho interés e importancia para las universidades y facultades alrededor del mundo.

En un blog anterior explicamos que este fenómeno “implica grandes pérdidas de inversión realizadas precisamente para el desarrollo de los alumnos, y limita además las posibilidades de tener mejores oportunidades de empleo”.

Sumado a esto, un estudio de la Universidad Griffith sostiene que “no solo la institución sufre financieramente, sino que además la fuga produce una baja los estándares de admisión y así necesitamos reclutar aún más estudiantes para el primer año, para llenar los cupos que, de otra manera, no hubiese sido necesario”.

En los últimos años, instituciones de Estados Unidos y Europa han desarrollado estudios para detectar los factores que motivan las renuncias, así como programas para enfrentar estas debilidades y transformarlas en fortalezas, con el concepto ‘sentimiento de pertenencia del estudiante’ como clave para dirigir todo el proceso. De esta manera, una amplia variedad de estrategias de retención han sido concebidas y aplicadas en universidades y facultades de todo tamaño, tanto públicas como privadas.

Para planificar e implementar estas estrategias, las instituciones comúnmente coinciden en que las mejores son aquellas donde participan todos los estudiantes, y aquellas donde “la esfera académica es el lugar más importante para nutrir la participación que genera el sentido de pertenencia. Esto ubica a la enseñanza de alta calidad centrada en el alumno y a la pedagogía en el corazón del éxito y la retención efectiva de estudiantes”, explicó Deloitte en un seminario de retención en Irlanda.

“Las intervenciones específicas – añade la consultora – no son recomendables sobre unas y otras, dado que la institución, el departamento, programa o módulo deben estar todos nutriendo una cultura de pertenencia, a través de su funcionamiento y la forma cómo se relacionan con las personas”.

Veamos entonces algunas estrategias más citadas sobre mejoramiento de la retención.

Enseñanza activa centrada en el estudiante

Es por lejos la más citada de las estrategias. Según un paper del Australian Universities Review, “Existe consenso que lo interactivo, como oposición a lo didáctico, mejora el éxito académico y promueve la inclusión de estudiantes que pueden sentirse apartados. Esto también concibe a la estudiantes como personas que tienen un rol activo en sus procesos de aprendizaje”.

“Las actividades basadas en los estudiantes, en discusiones y aprendizaje en grupos promueven la participación e interacción; los alumnos están más motivados a expresar sus ideas; mejora la comunicación entre estudiantes en clases culturalmente diversas; hay una mejor adaptación al ambiente universitario; se ve además un cambio hacia el aprendizaje profundo, como un espacio creado para que los alumnos prueben nuevos conceptos; aumenta la motivación, la calidad de la discusión y el nivel de análisis”, agrega el paper de AUR.

Por su parte, el estudio de la Universidad Griffith dice que este tipo de estrategia “debiera reflejar una aproximación al ciclo de vida del estudiante que reconoce y apoya la diversidad e inclusión social. Ubica además al alumno en el centro de las primeras etapas de orientación hasta el ambiente de estudio. De esta manera el estudiante tiene éxito en lo académico, al punto de alcanzar finalmente la graduación”.

La retención es un asunto de todo el equipo de la universidad

El mensaje no puede ser más claro. Se requiere un compromiso de toda la institución para criar el sentido de pertenencia en cada alumno. Esta no es una misión solo de los profesores y asesores vocacionales, sino también de los decanos, el equipo administrativo etc.

Toda la institución debe entender que la educación superior no es un servicio, sino una experiencia, probablemente una de las más gratificantes experiencias de vida.

De esta manera, el paper de AUR explica que “cada área necesita tener un plan de implementación claro, una escala de tiempo identificada, responsabilidades especificadas por cumplir. Todo el equipo de la universidad contribuye al éxito de los estudiantes y, para ser efectiva, la estrategia requiere de una fuerte alianza entre académicos y el equipo profesional. Los respectivos roles y responsabilidades relacionados con la retención necesidad ser clarificados, así como se requiere construir la capacidad del equipo a través del desarrollo profesional. También necesitamos desarrollar capacidades de liderazgo en múltiples niveles para apoyar la implementación de las estrategias de retención en toda la universidad, con responsabilidades claras”.

El Modelo de ‘Pertenencia, Compromiso, Retención’

Estas son las tres etapas que cualquier estudiante debiera pasar para tener una exitosa experiencia en la educación superior. De acuerdo con un estudio de Higher Education Academy, “En un nivel individual la pertenencia reconoce los sentimientos subjetivos de los estudiantes de relacionamiento y conexión con la institución. Esto implica que los sentimientos están conectados”.

“El compromiso – agrega el estudio de HEA – desarrolla las relaciones con otros y promueve la conexión, pero como sostiene Kelly (2001) algunas personas con menores necesidades de pertenencia pueden sentirse satisfechas con pocos contactos, mientras que otras con grandes necesidades de pertenencia requerirán de muchos contactos. Kuh (2009) ha definido el compromiso estudiantil como ‘el tiempo y el esfuerzo que los estudiantes entregan a las actividades que están empíricamente vinculadas a los resultados esperados por las instituciones, aquellas destinadas a inducir a los estudiantes a participar en estas actividades”.

Sobre estos conceptos existe una amplia variedad de literatura, estudios y casos disponibles. Solo hemos mencionado algunos brevemente para motivar la discusión.

¿Su institución ha aplicado ya alguna solución de retención? ¿Cuáles son los principales factores de la deserción estudiantil en su país? Lo invitamos a compartir un comentario.