¿La IA en la educación es una opción para todos?

La cuestión de integrar o no la inteligencia artificial (IA) en la educación está sobre la mesa. Sin embargo, en lugar de ser una posibilidad accesible para todos, este debate refleja la profunda desigualdad en el acceso a tecnologías de vanguardia en diferentes contextos.

En las escuelas más exclusivas, la IA es un tema del día a día entre los estudiantes, mientras que en otros lares muchas escuelas aún no cuentan con electricidad o agua. En un blog del Banco Mundial, se habla sobre el impacto del rápido avance de la IA, ya que amplía la brecha digital existente.

Esta brecha se manifiesta en tres grupos distintos de estudiantes:

  1. Los que saben aprovechar la IA: En zonas urbanas con recursos y conocimientos tecnológicos, algunos estudiantes reciben formación para utilizar herramientas avanzadas de IA. Estas herramientas no solo enriquecen el pensamiento crítico y el aprendizaje profundo, sino que también desarrollan habilidades técnicas y socioemocionales.
  2. Los dependientes de la IA: Algunos estudiantes en áreas con buena conectividad se apoyan en la IA para «delegar» tareas académicas. Aunque tienen acceso a la tecnología, este uso superficial les impide desarrollar habilidades clave y tener una experiencia de aprendizaje profunda.
  3. Los excluidos de la IA: En muchas partes del mundo, el acceso a recursos básicos de aprendizaje es una lucha diaria. Para estos estudiantes, el uso de la IA en la educación es aún un concepto lejano. Sus docentes no tienen acceso a estas tecnologías ni la capacitación necesaria para implementarlas.

Oportunidades en medio de desafíos
Cuando se implementa correctamente, la IA tiene el potencial de ser una herramienta educativa muy poderosa. Puede personalizar el aprendizaje según las necesidades de cada estudiante, fomentar el pensamiento crítico y preparar a los estudiantes para un futuro tecnológico. Para los docentes, la IA también puede ser una herramienta que potencie su trabajo, aumentando su productividad y eficiencia.

smart campus

El éxito de la integración de la IA depende de varios elementos clave: conectividad y dispositivos accesibles, infraestructura escolar adecuada y, lo más crucial, docentes con una sólida alfabetización digital. Este último aspecto es esencial, ya que, en muchos países de ingresos medios, los docentes aún carecen de las habilidades necesarias para utilizar la IA de forma efectiva en su enseñanza. Si no abordamos esta brecha, corremos el riesgo de que los estudiantes adopten la tecnología más rápido que sus maestros, lo que podría generar un uso ineficaz de las herramientas de IA.

¿Qué es lo que dice el  Banco Mundial?
El Banco Mundial aboga por un enfoque proactivo que equilibre el desarrollo de las capacidades humanas con la integración responsable de la IA. Tres acciones clave son fundamentales:

  1. Garantizar una fuerza laboral docente altamente calificada y alfabetizada digitalmente: La carrera docente debe ser reconocida como desafiante y valiosa, con programas de formación inicial y continua que incluyan el uso de la IA en las prácticas pedagógicas. Países como Japón y Luxemburgo ya han implementado programas de formación docente que combinan la teoría y la práctica en la integración ética de herramientas de IA.
  2. Invertir en un ecosistema digital adecuado para la tecnología educativa: Para que la IA sea efectiva, se necesita un ecosistema que brinde acceso a Internet asequible, dispositivos adecuados, infraestructura escolar y plataformas digitales sólidas. El Banco Mundial y el BID están trabajando juntos para mejorar el acceso a estos recursos en América Latina.
  3. Desarrollar currículos preparados para la IA y fomentar la investigación en IA educativa: Los currículos deben proporcionar a los estudiantes las habilidades necesarias para un mundo laboral marcado por la IA. Además, es esencial invertir en investigación y desarrollo de la IA en el ámbito educativo, apoyando a universidades y empresas en la creación de soluciones innovadoras.


El futuro de la educación debe encontrar un equilibrio entre la enseñanza tradicional y el aprendizaje apoyado por la IA. El desafío es usar la tecnología para potenciar las fortalezas de los docentes, no para reemplazarlas.

Finalmente, la IA no debe ser un privilegio de unos pocos, sino una oportunidad para todos. La integración responsable de la IA en la educación es clave para asegurar un futuro en el que todos los estudiantes, sin importar su contexto, tengan las herramientas necesarias para prosperar en un mundo cada vez más digitalizado.

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