acreditación

Pasos básicos de benchmarking para la acreditación universitaria

Así como el panorama de la educación superior está en constante cambio, debido a las tendencias globales y locales del mercado, regulaciones gubernamentales y requerimientos de acreditación cada vez más estrictos y nuevas formas de competencia (como la educación online), las universidades han mostrado mejores resultados de gestión cuando se han unido para enfrentar estos desafíos desde una perspectiva común.

En este contexto, el benchmarking es una metodología que crece a gran ritmo, para implementar el trabajo colaborativo entre varias instituciones de educación superior, especialmente para asumir los procesos de acreditación.

Por ejemplo, las universidades europeas han construido organizaciones y han desarrollado estrategias integrales de benchmarking a lo largo y ancho del continente, creando enfoques muy interesantes.

De hecho, cuatro instituciones del Viejo Mundo – El Centro Europeo para la Gestión Estratégica de las Universidades (ESMU); El Centro para el Desarrollo de la Educación Superior (CHE); El Centro Europeo Unesco para la Educación Superior (Unesco – Cepes), y la Universidad de Aveiro – desarrollaron un proyecto de dos años llamado “Benchmarking en la Educación Superior Europea”, en donde analizan las bases, el presente y las oportunidades que el benchmarking ofrece a las universidades para mejorar sus procesos, lograr las acreditaciones y entregar una mejor experiencia de aprendizaje en un ambiente de excelencia.

“El benchmarking – dice el proyecto – es definido a menudo como un instrumento de diagnóstico, una herramienta de auto-mejoramiento, un ejercicio de aprendizaje colaborativo, una evaluación en permanente desarrollo y un enfoque sistemático de procesos en constante monitoreo (…). De esta manera, podemos describir al benchmarking como un proceso voluntario de autoevaluación y auto-mejoramiento a través de la comparación sistemática y colaborativa de la práctica y el desempeño con organizaciones similares”.

Relacionado con esto, la académica y Ph.D. de la Universidad de Virginia, Sarah L. Collie, propone los siguientes pasos básicos para implementar una estrategia de benchmarking en una institución de educación superior:

Paso 1: ¿Qué se puede someter al benchmarking?

  • Identificar los procesos críticos de su organización.
  • Recolectar data interna para poder comparar. Cómo medir el desempeño. Entender las fortalezas y debilidades de los actuales procesos.

Paso 2: ¿A quién aplicar el benchmarking?

  • Unidades internas. Comparación dentro de una institución.
  • Otras universidades. Comparación entre instituciones.
  • Comparaciones funcionales. A través de diversos escenarios: educación superior, ambiente corporativo, la industria etc.
  • Los mejores de la clase. Comparar con los aquellos que tienen un desempeño sobresaliente.

Paso 3: Recolección de datos

  • Recoger data comparativa, tanto cualitativa como cuantitativa.
  • Llamadas, encuestas, visitas a terreno, entrevistas, revisión de websites.
  • Recolección sistemática.

Paso 4: Análisis de data

  • Brechas en el desempeño ¿Son mejores los otros? ¿Por qué son mejores?
  • Nuevas estrategias y prácticas para adoptar. Cuáles prácticas podrían ser adaptadas y adoptadas.

Paso 5: Implementar mejoras

  • Plan de acción para aplicar los cambios.
  • Implementar los cambios.
  • Medir los resultados y su efectividad.

Según el reporte 2011 sobre Benchmarking Internacional en la educación superior del Reino Unido, las estrategias de benchmarking básicamente apuntan a lograr los siguientes objetivos:

  • Mejorar la calidad de la educación.
  • Mejorar la calidad de la investigación.
  • Preparar efectivamente a los estudiantes para la vida y el trabajo en un mundo globalizado e intercultural.
  • Mejorar la reputación internacional y la visibilidad de la unidad.
  • Entregar un servicio a la sociedad y contribuir al compromiso social.

Para cada uno de estos objetivos el reporte identifica ocho categorías de implementación:

  • Categoría 1: Estudiantes
  • Categoría 2: Equipo interno
  • Categoría 3: Administración
  • Categoría 4: Aportes y finanzas
  • Categoría 5: Currículum y servicios académicos
  • Categoría 6: Investigación
  • Categoría 7: Promoción y marketing
  • Categoría 8: Servicios no académicos, campus y vida comunitaria.

Considerando estos pasos como una base para comenzar a trabajar, las universidades pueden implementar, de manera simple y efectiva, una estrategia de benchmarking para mejorar sus procesos internos y alcanzar las acreditaciones ¿Su institución está usando estrategias o prácticas de benchmarking? Lo invitamos a compartir su experiencia.

Publicaciones Similares