transformación digital

¿Quiénes deben conducir la transformación digital?

Desde los líderes de áreas hasta el proveedor del servicio, estos son todos los actores que deben considerarse dentro de un proceso de cambio tecnológico.

Como te contamos en un anterior blog, las ventajas de la transformación digital en las aulas universitarias son muchas; desde la optimización de recursos hasta la mejora en el seguimiento académico.

Pero para llevar a cabo este proceso en una institución educativa, deben colaborar diversos actores claves. Su apoyo es fundamental en este proceso, ya que serán ellos quienes expliquen los beneficios del cambio, resuelvan dudas, entreguen asesoría entre otras tareas. A continuación, revisaremos quiénes son y cómo deben apoyar esta etapa:

Vicerrectoría académica y subáreas

Para que la transformación digital sea efectiva, deben existir líderes claros en la organización que guíen este proceso. En el caso de la instituciones de educación superior, la vicerrectoría académica y sus subáreas son una excelente alternativa para tomar este rol.

Pedirle a los docentes, administrativos y estudiantes que cambien sus hábitos sin que las altas jerarquías adapten los suyos, puede llevar la transformación al fracaso.

Los líderes deben encarnar la cultura digital de la empresa, por lo tanto es necesario que sean usuarios activos de las nuevas tecnologías y que puedan contagiar al resto con su motivación. Deben ser el mayor ejemplo para todos los integrantes de la organización. Estamos hablando de un cambio en el ADN institucional, un proceso profundo que amerita compromiso y del que saldrán nuevas formas de interacción, nuevas herramientas e incluso nuevas formas de trabajar. Como uno de los principales obstáculos es la resistencia al cambio, estos líderes jugarán un papel trascendental para eludir este impedimento.

Área de Planificación

Como se trata de una transformación que involucra a varios actores, es necesario planificar las distintas acciones y tiempos.

Estamos hablando de un proceso extenso que consta de varias etapas, por lo que el Área de Planificación también debe liderar este cambio. Este equipo podrá definir cuándo se realiza cada acción, quiénes participarán, cómo se llevará a cabo, qué resultados se esperan, etc. Esta distribución es clave, porque la universidad debe seguir funcionando y de manera paralela, sumarse a todo lo que implica este cambio sustancial.

Departamento de TI

Este departamento es crucial para que la transformación digital se lleve a cabo. En concreto, gestiona de forma estratégica las tecnologías de la información, plantea los proyectos y controla la calidad de las operaciones.

Este equipo es el que tiene el conocimiento y deberá apoyar el proceso en todo minuto. Desde la etapa inicial, en la que se está gestando la solución tecnológica y puede plantear las necesidades específicas de la institución a la etapa de traspaso de información y cuando ya está implementada la plataforma. Por ejemplo, deberán apoyar a aquellos que no son nativos digitales y serán el principal punto de contacto con el proveedor del servicio.

Como explica Forbes, una de las primeras etapas para diseñar una transformación digital es construir un equipo de personas con conocimientos digitales. Ellos serán los principales aliados en este viaje. Hay que tener en cuenta que no se trata de un proyecto con fecha de finalización, sino un proceso de mejora continua.

Prestador de servicios

La transformación digital conlleva el uso de una solución tecnológica, por lo tanto, requiere de un prestador de servicios. Una buena experiencia de usuario ayudará a que todo este proceso sea exitoso. ¿Y cómo lograr una buena experiencia de usuario? Una de las respuestas para esta pregunta es que el proveedor haga un acompañamiento, sobre todo, en la etapa de adecuación. De esta manera, los usuarios tienen un respaldo constante y se puede sacar el mayor provecho a esta herramienta.

Conclusión

La transformación digital requiere de un compromiso de todos los actores implicados. Algunos deben guiar el proceso y otros acompañar la implementación. Se trata de un cambio profundo que puede afectar desde la forma de interactuar hasta la manera de trabajar. Es por eso que todos deben conocer los beneficios que les reportará esta revolución.

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