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Cómo la gestión de campus se adapta a los distintos modelos de campus

En 2008 un incendio destruyó por completo la Facultad de Arquitectura de la Delft University of Technology, en Holanda. Piezas de arte irreemplazables, colecciones de libros y trabajos en pleno proceso de desarrollo se perdieron para siempre. Además, una comunidad académica de 4.000 personas quedó prácticamente sin su hogar.

Pero, en vez de quedarse lamentando los platos rotos, las autoridades de la facultad idearon un plan para transformar la tragedia en una oportunidad. La profesora, M.Sc. y Ph.D, Alexandra den Heijer, uno de los académicos que participó en este proceso de transformación, explica que:

“seis meses después del incendio se inició un inolvidable proceso que, en tiempo récord, logró la renovación de un edificio de la década de 1920. Se convirtió en un vibrante inmueble con calles, plazas, bares y restaurantes, conectando lugares donde uno puede estudiar, trabajar y sociabilizar. Los nuevos espacios de trabajo para los profesores son multifuncionales y la biblioteca fue radicalmente repensada para darle más uso a los medios digitales. Una vez terminado, el edificio es capaz de albergar a 3.000 estudiantes y 800 académicos en una planta de 36.000 m2, esto es, 15% menos que la superficie del inmueble original”.

Este es un buen ejemplo de cómo la gestión del campus puede ir más allá de solo administrar recursos, especialmente cuando está empoderada para aplicar la visión de la institución a través de la planificación estratégica y la tecnología.

Este caso también, muestra que las instituciones de educación superior debieran concebir sus campus como una mezcla entre su proyecto académico y el contexto social en el cual están inmersos. Considerando que estos contextos sociales pueden variar significativamente de una ciudad a otra, o incluso de un barrio a otro, las universidades debieran considerar distintos modelos de gestión de campus para optimizar sus recursos y tener una relación fluida con las comunidades.

Recientemente, el Australian Universities Review publicó un estudio sobre los diferentes modelos de gestión que las instituciones de educación superior usan para administrar sus campus en ese país tan extenso y con ambientes tan particulares.

  1. El modelo de centro de estudios
    Frecuentemente está limitado a una sola función: la enseñanza, dice el Australian Universities Review. Debido a esto, el modelo no tiene autonomía para desarrollar una gestión a nivel local.
  2. El modelo administrativo
    El más extendido en Australia. “Generalmente las facultades mandan y el líder del campus tiene solo un poco de autoridad para la operación del negocio, aunque el personal más experimentado puede tener cierta influencia en la comunidad local. Existe un control limitado sobre los fondos y operaciones, y cualquier decisión que implique un riesgo para el negocio, queda a cargo de las autoridades del campus o las facultades. También hay un espacio limitado para acciones específicas de marketing dentro del campus, y el gerente del recinto debe mantener un perfil relativamente bajo dentro de la jerarquía del plantel”, explica el Australian Universities Review.En algunos casos, el gerente del campus está empoderado para tomar algunas importantes decisiones, según su posición dentro de la administración de la universidad. Por ejemplo, pueden pertenecer al grupo que gestiona el plantel o bien puede ser un vice canciller.
  3. El modelo Matrix:
    “Pone la responsabilidad de los resultados del campus sobre los hombros del gerente o líder del campus, lo cual tiene implicancias en el financiamiento y la gestión del riesgo. El campus debe contar con un nivel apropiado de financiamiento para ser capaz de responder apropiadamente a decisiones clave sobre programas y otros productos. Como respuesta a esto, el campus asume los riesgos comerciales que normalmente debieran cargar las facultades”.
  4. El modelo campus – facultad:
    Funciona en dos caminos paralelos. Opera como una unidad de negocio autónoma, pero además tiene responsabilidad por el equipo académico, dice la publicación. “La responsabilidad por la calidad descansa solamente en el campus, dejando en éste la capacidad de responder rápidamente a los incidentes que puedan presentarse. Los programas pueden ser desarrollados con el apoyo de las facultades y, en algunos casos, pueden tener control sobre la investigación. El gerente también cuida del equipo administrativo y de las operaciones de apoyo, como los servicios estudiantiles”.
  5. El modelo de campus federal:
    Está basado en un control total de los programas académicos y la investigación. “Los resultados comerciales dependen del vice-canciller, y las operaciones locales deben ser consistentes con la marca corporativa. En Australia este modelo es poco común, pero no así en los Estados Unidos, donde históricamente ha probado ser exitoso y fuertemente apoyado por las comunidades locales”.

¿CUÁL DE ESTOS MODELOS ES EL MÁS APROPIADO PARA SU INSTITUCIÓN?

Una pregunta difícil, en verdad. Pero la experiencia nos puede dar algunas luces al respecto ¿Recuerda a la profesora Den Heijer, de la Delft University? Luego de su experiencia en la resurrección de la Facultad de Arquitectura, comparte seis recomendaciones acerca del campus del futuro:

  1. “Conceptualice el futuro modelo de universidad considerando las siguientes alternativas estratégicas: Competencia vs colaboración; exclusivo vs compartido; grande vs pequeño; abierto vs cerrado; físico vs virtual. Puede también considerar una combinación de estos modelos para distintas partes de una universidad”.
  2. Desarrollo y gestión del campus como si fuera una ciudad, en estrecha colaboración con las autoridades urbanas”.
  3. ”Expresar los valores de la universidad en espacios tanto públicos como privados, para inspirar y construir una comunidad”.
  4. ”Reconsiderar viejos edificios antes de concebir nuevos, y mejorar el uso de los inmuebles existentes aumentando su productividad (por metro cuadrado) para cubrir los costos (por metro cuadrado)”.
  5. ”Reducir la ‘huella’ del edificio en favor de la calidad, gestionar los escasos recursos y asegurar su desarrollo sustentable”.
  6. .”Considerar alianzas para un uso compartido, propio o gestionado del campus en relación a las siguientes necesidades:

Académica (educación e investigación) y sus respectivas actividades de apoyo.
Vinculadas a los negocios: incubadoras, servicios para la universidad (parques científicos o de negocios).
Residencial: alojamiento para estudiantes, instalaciones para estadías cortas y hoteles para profesores y alumnos de otros países.
Comercio y entretención: restaurantes, cafés, instalaciones deportivas y culturales.
Infraestructura: » transporte público, accesibilidad en auto y estacionamientos”.


¿QUÉ TAN ADAPTABLES SON ESTAS RECOMENDACIONES PARA LA REALIDAD LOCAL DE SU UNIVERSIDAD?

Lo invitamos a compartir sus ideas y opiniones.

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