resistencia al cambio

4 buenas prácticas para que los líderes manejen la resistencia al cambio

Para lograr una transformación digital, se necesitan directivos que guíen correctamente a los diversos miembros de la institución educativa. ¿Cómo deben lidiar con la resistencia al cambio? Aquí te contamos 4 buenas prácticas que pueden facilitar esta tarea.

Como te contamos en el blog “5 obstáculos para transformar procesos digitalmente”, uno de los principales impedimentos para llevar a cabo este proceso es el rechazo al cambio por parte del equipo.

Para Jonathan Bether, Chief Digital Officer of SAP, lo más difícil de la transformación digital es cambiar el modo de pensar de las personas. Esta resistencia en los equipos humanos puede asociarse a la sensación de pérdida de control, a la incertidumbre de los beneficios que traerá esta transformación, al temor a recibir más trabajo o a la incomodidad que implica salir de la zona de confort.

Combatir este rechazo es responsabilidad de los líderes. Con esto nos referimos a directivos, departamento de TI o cualquier cargo o área que pueda hacer este proceso más llevadero. Ahora, la pregunta es ¿Cómo deben hacerlo?

A continuación, te mostramos 4 buenas prácticas para que los líderes manejen el rechazo al cambio:

1. Cambiar la mentalidad de los líderes

Los líderes son los principales influenciadores en este proceso. Son ellos los primeros que deben cambiar de mentalidad, y con esto no nos referimos a simplemente adoptar una nueva forma de hacer las cosas, sino que pensar de una manera más innovadora. Por ejemplo, dejar en el pasado las malas prácticas, destinar tiempo para llevar a cabo una renovación integral, estar abierto a nuevas formas de resolver los problemas, etc.

Todos quienes lleven a cabo la transformación, tienen que preparar el terreno para que todos los miembros de la institución puedan internalizarla y sumarse a este proceso. Para ello es clave que generen un entorno de seguridad y confianza, en el que las personas puedan abrirse.

2. Comunicar los beneficios de la transformación

“¿Por qué deberíamos cambiar la forma en la que trabajamos si la actual es efectiva?” Probablemente, esa será la pregunta que muchos miembros de tu institución se harán a la hora de aceptar la innovación. Pero para que eso no ocurra, los beneficios de la transformación deben ser comunicados a través de mensajes claros.

Este proceso va a demandar esfuerzos; los diversos equipos tendrán que aprender a usar una nueva herramienta o modo de hacer las cosas. Pero para que eso valga la pena, tienen que entender que las ventajas serán superiores. Por ejemplo, se acortarán los tiempos de las tareas administrativas, existirá un registro que visualice el trabajo de todos, etc.

3. Promover con el ejemplo

Como el cambio implica incorporar soluciones tecnológicas, los líderes deben saber cómo usarlas y sacarles provecho. Por lo tanto, que sean usuarios de estas plataformas es fundamental para que promuevan su aceptación con el ejemplo.

Una situación muy negativa es que den cátedra de algo que no conocen. Es ideal que los líderes se pongan en el lugar de quienes experimentan el mayor esfuerzo para llevar a cabo este cambio. Así tendrán una panorámica clara de qué puntos pueden entorpecer el éxito de una transformación digital y dominar la herramienta para enseñar a otros.

4. Estar abiertos al feedback

Más que imponer una nueva forma de trabajo, los líderes deben estar abiertos a la retro-alimentación. ¿Por qué los miembros de la institución no están adaptándose al cambio? Las respuestas pueden ser múltiples, desde la ausencia de capacitación o la posibilidad de que los usuarios no sean nativos digitales. Lo importante es que estos comentarios sean escuchados y considerados para que el proceso alcance el éxito.

Conclusión

La transformación digital puede ser un proceso complejo si no lo abordamos abiertamente. Para llevarlo a cabo, todos los involucrados deben remar en una misma dirección. Y para que eso ocurra, los líderes pueden hacerla efectiva a través de algunas buenas prácticas. Lo primero es que entiendan su rol clave en este proceso y se involucren 100%. Asimismo, deben estar dispuestos a recibir retroalimentación y a promover con el ejemplo.

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