Instituciones de educación más flexibles: nuevas planificaciones para contextos desafiantes
Después del semestre más incierto en años, los especialistas saben que el próximo año académico ya nunca será como los anteriores. Las Instituciones de Educación Superior enfrentan una gran cantidad de necesidades tanto de los gobiernos, organizaciones internacionales y la comunidad educativa. El riesgo de volver al campus, la demanda de los cursos que necesitan de la experiencia presencial y la incorporación de los nuevos matriculados serán fundamentales para la configuración de nueva planificación.
Para esto una flexibilidad bien estructurada permitiría evitar los posibles conflictos horarios. Inside Higher Education propone el modelo de año académico de tres semestres, que se extienden durante 52 semanas, de manera que los miembros de la facultad y los estudiantes elijan cuáles son los que mejor funcionan para ellos.
Así, se propone un primer semestre sería completamente online, para luego, en los dos restantes volverían gradualmente a la modalidad presencial. De manera que para la primavera la administración pueda: modernizar edificios, implementar nuevas tecnologías de salud pública, almacenar kits de prueba y otros suministros, desarrollar políticas para la sociedad distanciamiento y capacitación de miembros de la facultad y el personal sobre cómo implementarlos.
En Harvard se invitará a los alumnos de primer año a vivir en el campus este otoño, mientras que la mayoría de los otros estudiantes universitarios deberán aprender de forma remota desde su hogar, según anunció la Ivy League.
La importancia de las simulaciones: una solución EdTech
El plan de la revista especializada en educación elimina riesgos de un semestre donde la pandemia podría seguir siendo una amenaza para las aglomeraciones de gente. La densidad de la población del campus se vería reducida durante el periodo de residencia y permitiría prácticas elaboradas de distanciamiento social, y en el semestre presencial habría transcurrido suficiente tiempo para alinear a la comunidad con prácticas acorde a las recomendaciones de salud pública.
En este entorno de constante cambio la interacción entre las IES se ha vuelto cada vez más potente, los profesores intercambian experiencias de los recursos en línea que han generado para sus clases, mejores prácticas y capacitaciones.
Un estudio de la American Education Research Association analiza las medidas que han tomado las universidades durante la pandemia de COVID-19, las cuáles listamos a continuación:
Herramientas y planes de enseñanza en línea: La creación de redes de apoyo (RedPO) a través de un directorio para que las universidades puedan implementarlas.
Cierre de universidades: Bryan Alexander, consultor EdTech, realizó un catastro de aquellas instituciones que han cerrado o cambiado su modalidad de estudios.
Declaraciones y cierres de bibliotecas: El boletín informativo Library Journal ha realizado un catastro del cierre de bibliotecas por la contingencia.
Ayuda para cambiar los cursos en línea: La Red de emergencia para el desarrollo instruccional cuenta con voluntarios expertos en diseño instruccional para apoyar a profesor y adaptar materiales.
Por otro lado, The Chronicle of Higher Education reunió datos sobre cómo abordarán las planificaciones académicas las Instituciones de Educación Superior en Estados Unidos, las medidas se pueden apreciar en este gráfico:
Para planificar es necesario conocer las realidades de docentes y estudiantes que más impactan a la Institución y comenzar a simular considerando las múltiples opciones que se han generado: la modalidad presencial, a distancia y la blended, y por otro lado el aprendizaje sincrónico y asincrónico para la modalidad a distancia. Para eso revisaremos ventajas y desventajas de estas formas de enseñanza.
Ventajas de la modalidad a distancia
- Reducción de tiempo de transporte de los estudiantes
- Disposición permanente de las secciones
- Autogestión del tiempo
- Un modelo del que este año se ha generado más conocimiento que en toda la historia
Desafíos de la virtualización
- Fata de capacitación
- Fata de autoregulación del estudiante
- Perdida de la interacción entre pares
- Sobrecarga de trabajo por la rápida implementación
Inside Higher Education destaca en su artículo una ventaja fundamental de esta nueva modalidad en condiciones como las que estamos viviendo:
“Si bien los programas en línea a menudo se han considerado inferiores al aprendizaje «en vivo», por ejemplo, el impacto de COVID-19 nos ha obligado a reconsiderarlo. Ahora existe una conciencia más amplia de las oportunidades que ofrece la enseñanza en línea, incluido su impacto positivo en las huellas de carbono de las universidades”.
Conclusión: Aprendizajes del COVID-19
- El valor de la comunicación y la conexión.
- La importancia de revisar las estrategias de enseñanza y aprendizaje.
- Replanteamiento de las medidas de calidad y valor que formaron las bases de la universidad moderna.
- La flexibilidad en la planificación enfocada en casos reales.