La tecnología reduce la deserción estudiantil en las universidades
Cerca del 30% de los estudiantes de colleges y universidades en los Estados Unidos desertan después del primer año, y más del 60% de quienes asisten a un college nunca obtienen su título, según College Atlas. En América Latina el promedio de deserción estudiantil también bordea el 30%, dice The Huffington Post.
¿Es económicamente razonable para una institución de educación superior realizar una considerable inversión para atraer nuevos alumnos cada año, para luego perder a un tercio de ellos?
Ciertamente, este es un gran tema que preocupa a los líderes de la educación superior a nivel global, por lo que estas instituciones han realizado grandes inversiones para identificar cuáles son los principales factores de la deserción estudiantil, y básicamente cómo resolver este problema a través de la planificación estratégica y el compromiso estudiantil. En este contexto, las herramientas tecnológicas han jugado un importante rol porque entregan soluciones que ayudan a integrar cada factor institucional que tiene relación con la deserción estudiantil y la retención.
Puede parecer que estas dos estrategias apuntan a un mismo objetivo -mantener a los estudiantes en el campus hasta que se titulen- pero de hecho éstas son dos caras de la misma moneda. Cuando hablamos de prevenir la deserción estudiantil nos referimos a crear las condiciones básicas para que ellos se sientan seguros y cómodos en la institución, y capaces de cumplir con sus metas. En el otro lado de la moneda, el compromiso estudiantil apunta a mantener a las personas en el campus mediante una experiencia de aprendizaje positiva y significativa para ellos.
Lo que estas dos estrategias tienen en común es el uso de la tecnología. En un blog anterior vimos cómo las herramientas tecnológicas ayudan a las universidades a mejorar la retención estudiantil e impulsar el compromiso. Ahora veremos cómo estas soluciones contribuyen a reducir las tasas de deserción en la educación superior.
Gestión de Big Data para alertas tempranas
Los software Big Data no solo son útiles para las nóminas de pago y los controles de asistencia, también sirven para analizar datos de estudiantes y así determinar, por ejemplo, cómo se sienten en la institución y si están dispuestos a permanecer en el campus y cumplir con sus programas académicos, o no.
El diario inglés The Guardian recientemente publicó un caso de estudio al respecto. En la London South Bank University (LSBU), donde más del 50% de sus estudiantes son de raza negra y minorías étnicas, maduros o part-time, en muchos casos cuando comenzaban a tener problemas “La espiral de deserción era mucho más rápida que en el resto de los estudiantes, por lo tanto mientras más temprano los detectábamos mejores eran los resultados”, explica el director de educación de la consultora Portal, Cailean Hardgrave.
Para remediar esto, la universidad construyó un sistema predictivo, basado en datos reunidos desde una amplia variedad de fuentes para identificar los primeros signos de problemas y responder rápidamente. Según Hargrave, la LSBU espera que esta solución reduzca la tasa de deserción estudiantil en 25%. “Si lo logran serán más progresistas que ninguna otra universidad, y significará un gran logro para las políticas de retención”, dice el especialista.
Por otro lado, solo el 52,9% de los estudiantes que entraron a un college en 2009 completaron sus programas de estudios en seis años, dice el National Student Clearinghouse. Para solucionar esto, Campus Technology explica que los departamentos de orientación están invirtiendo en tecnologías que ayudarán a seguirles la pista a los estudiantes, establecer un sistema de alertas tempranas, comunicarse con los alumnos, conectarlos con distintos recursos y lograr el compromiso estudiantil a nivel personal”.
“Por ejemplo – agrega este medio especializado – la Colorado State University ha integrado datos para explorar oportunidades de apoyo a los estudiantes proactivos, mejorar la comunicación con ellos e involucrarlos de forma más completa en la planificación académica”. Debido a esta solución, esta institución ha mejorado su tasa de retención desde 82% a 86%, y su tasa de titulación de 62% a 66%.
“Sin embargo, en el otro lado de la moneda – advierte Campus Technology – muchas instituciones invierten en herramientas de planificación y auditoría académica para los orientadores, pero les resulta difícil integrar estas herramientas con otras tecnologías para alinearse con los procesos diarios de los orientadores. Esto debería estar pronto a cambiar”.
¿En qué otras áreas cree usted que las universidades necesitan herramientas tecnológicas para mejorar sus resultados o resolver problemas esenciales? Lo invitamos a compartir su opinión.