Desafíos de los gerentes de TI en educación superior
La tecnología de la información (TI) es una de las áreas de la educación superior que debe lidiar con desafíos en constante evolución, debido a los permanentes cambios en tecnología y las amenazas informáticas que se han vuelto más complejas de resolver con cada ataque de hackers.
Esta es una realidad que afecta a cada institución de educación superior a nivel global, es por ello que las universidades están constantemente desarrollando nuevas soluciones para fortalecer su seguridad en TI. Además, realizan grandes esfuerzos para entregar mejores soluciones para actividades académicas, planificación estratégica y gestión de campus.
¿Cuáles son los desafíos más importantes que un gerente de TI en
educación superior debe enfrentar?
Los siguientes son los principales temas:
1. Integración de distintos datos
Este es un asunto que constantemente aparece como un desafío para TI, debido a que la integración de diferentes sistemas debe estar alineada con el desarrollo de nuevas tecnologías y tendencias, lo cual es una característica básica de una institución de educación superior. Por lo tanto, los gerentes de TI debieran ser capaces de prever que la integración no es una tarea que se realiza una sola vez, sino un proceso de mejora continua.
Relacionado con esto, el Centro de Investigación para la Educación Superior de la Universidad de Sao Paulo (Brasil) explica que
“el uso de distintos lenguajes y administradores de bases de datos, ligado a las
características específicas de cada hardware, es un problema difícil de resolver para la
ingeniería en software. Los problemas con la consistencia de datos son difìciles de
evitar, incluso en departamentos en donde se usa el mismo software, porque puede
que usen distintas definiciones para un mismo tipo de dato. Más aún, debido a que los
sistemas de los departamentos no están integrados, hay una duplicación de trabajo
administrativo dentro de cada unidad (distintos empleados ingresando los mismos
datos), además de una duplicación parcial con la administración central”.
2. Cumplimiento de plazos, presupuesto y calidad
Según la Asociación de Juntas Directivas de Universidades y Colleges (The Association of Governing Boards of Universities and Colleges, AGB), solo el 40% de los proyectos TI en las universidades cumple con las metas de plazos, presupuesto y calidad. Citando a un estudio de IBM, la AGB también dice que:
– Las mejores organizaciones son 10 veces más exitosas en llevar a cabo un proyecto de TI.
– Las principales barreras para el éxito son los factores ligados a las personas, incluyendo las formas de pensar y actitudes (citadas en el 58% de los proyectos fallidos), la cultura organizacional (495 de los proyectos), y la falta de apoyo por parte de la gerencia o dirección (32%).
– Subestimar la complejidad de un proyecto fue el factor mencionado en el 35% de los proyectos fallidos.
“La recomendación más importante -dice AGB– es que las juntas directivas deben
asegurarse que el valor del proyecto está claro y es medible. Para cualquier
información que invierte en tecnología de la información, el valor potencial debe ser
aclarado al menos en uno de sus cinco tipos, y debiéramos ser capaces de hacer
preguntas específicas acerca del potencial retorno de nuestra inversión».
3. Información inaccesible o desprotegida
Estas son las dos caras de una misma moneda. Las medidas de seguridad excesivas pueden crear un sistema demasiado intrincado y enigmático que será inútil en una ambiente educativo donde los docentes y los estudiantes tienen la necesidad de un acceso fácil a muchas fuentes de información.
Por otro lado, si los datos estratégicos internos de una universidad no están lo suficientemente protegidos, la institución está en riesgo de sufrir un gran daño, causado por algún ataque interno o externo.
Al respecto, la revista CIO Review explica que:
“a pesar de todos estos riesgos, muchas instituciones de educación superior son muy pasivas en cuanto a la implementación de buenas prácticas para la gestión de riesgos en TI. Desafortunadamente, muchas instituciones tienen una visibilidad limitada -o incluso no tienen- sobre qué tan expuesto están frente a los riesgos de TI, y no están usando los recursos disponibles de manera efectiva para contener estos riesgos.”
“No son proactivos -agrega el medio- en el desarrollo de procesos y conocimiento
sistemático que abarque a toda la institución, con el fin de evaluar y gestionar los
riesgos en TI. Estos planteles solo tienen un vago entendimiento de las serias
implicancias que traería consigo un acceso no autorizado a sus datos, o bien la
pérdida de recursos de tecnología de la información. Es esencial para estos
organismos de educación superior asegurarse que los mecanismo apropiados están
bien ubicados para proveer servicios ininterrumpidos de TI, privacidad de datos y una
oportuna recuperación de datos para los miembros de sus respectivas comunidades”.
Estos grandes desafíos muestran que la gestión de TI en la educación superior requiere un enfoque integral que considere a los servicios de TI como una parte esencial en la gestión de educación superior, y así enfrentar los desafíos en conjunto y vencerlos exitosamente.