¿Cómo competir por matrículas en la educación superior?
Las universidades llevan años inmersos en competencia constante para atraer a los estudiantes. Esta competencia se ha agudizado debido a varios acontecimientos, como el surgimiento de programas híbridos que permiten estudiar a distancia y presencial, lo que significa que las universidades no solo compiten a nivel local, sino a nivel global.
Cualquier alumno podría estudiar en cualquier universidad solo si esta tiene un programa online, así que la competencia por obtener matrículas ha aumentado considerablemente, lo que ha ocasionado que las universidades busquen formas de hacerse más atractivas y diferenciarse en un mercado saturado.
Ante estos retos y la necesidad de diferenciarse, las instituciones buscan formas de aumentar la matrícula de forma estable y significativa. Ahí es donde la gestión estratégica de la matrícula puede marcar la diferencia.
Deloitte menciona, algunos aspectos para tener en cuenta para que las universidades puedan ofrecer una experiencia educativa de calidad:
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La visión general se ha convertido en un factor más importante
Deloitte menciona el concepto SEM (Strategic Enrollment Management), que es la gestión estratégica de la matrícula. El SEM exige que las escuelas cambien su enfoque. En lugar de solo ver números de matrícula, la gestión estratégica adopta una visión más holística de la experiencia global en el campus y de los estudiantes. Este enfoque global no es el que muchas universidades y escuelas superiores utilizan. Por lo general, hacen esfuerzo solo en atraer a más estudiantes. Sin embargo, la investigación académica sobre el éxito de los estudiantes en la enseñanza superior demuestra que, si esos estudiantes llegan sin un plan concreto para crear un sentimiento de comunidad vinculada a sus objetivos académicos, y cuentan con escaso apoyo de la institución, es muy probable que se marchen mucho antes de completar un programa de estudios.
La universidad, por su parte, no avanza y, de hecho, ha malgastado sus recursos. La lección para las instituciones es clara: los estudiantes, como otros consumidores, votan con los pies. Lo que significa que hay que prestar atención no sólo a la captación, sino también a la retención y a los resultados, como la graduación y, por supuesto, a todo el itinerario del estudiante, todo el recorrido del estudiante dentro de la universidad. Esta premisa es fundamental para el SEM.
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En el campus de hoy, cada momento es importante
La gestión estratégica de la matrícula considera que cada interacción de los alumnos en la universidad es un momento importante. O, en otras palabras, una oportunidad para cumplir la promesa de la escuela y reforzar la razón por la que los estudiantes eligieron esa institución en primer lugar.
Al igual que una organización centrada en el cliente hace con sus clientes, una organización basada en una correcta gestión estratégica de la matrícula analizará el ciclo de vida completo del estudiante y determinará cómo crear una experiencia positiva en cada punto de contacto. Desde la inscripción en las clases y el pago de la matrícula hasta la comprensión del material del curso y el título deseado, el SEM proporciona un marco para que los líderes educativos puedan comprender las motivaciones, identificar los puntos débiles y averiguar cómo realizar ajustes, todo ello para apoyar a los estudiantes en el cumplimiento de sus objetivos a lo largo de su estancia en la universidad.
El objetivo final es que más estudiantes se gradúen más felices, seguros de haber terminado una carrera profesional satisfactoria. Serán más propensos a hablar de manera positiva de su universidad, lo que repercutirá positivamente en la marca de la institución y atraerá a más estudiantes.
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Los datos deben informar las decisiones clave
Naturalmente, una gestión estratégica de la matrícula exitosa requiere el acceso a datos pertinentes en tiempo real. La clave del éxito, por tanto, es ofrecer los datos existentes a las personas adecuadas en el momento oportuno y de forma significativa. Las instituciones deben
identificar las métricas de matriculación importantes y registrarlas. Además, los centros deben tener en cuenta interacciones significativas del profesorado con los estudiantes, que son fundamentales para el éxito de estos, pero que a menudo no se documentan en los datos.
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El éxito depende de un liderazgo centrado en el estudiante
Cualquier institución que se plantee un plan SEM puede empezar inmediatamente. Designar a los responsables de la dirección estratégica, determinar objetivos específicos y establecer el impacto externo deseado. Desarrolla un plan holístico que defina claramente el éxito y empieza con los datos que tienes ahora y céntrate en las acciones positivas que puedes emprender hoy para fomentar la participación de los estudiantes.
Destaca las estrategias que funcionan bien y aprende de ellas. En última instancia, la responsabilidad del éxito recae en el liderazgo institucional. Cuando el corazón y la mente de todos está en el lugar adecuado, se sientan las bases de la buena voluntad y el deseo de ayudar a los estudiantes a alcanzar el éxito.
Y con este deseo de ayudar a los estudiantes a triunfar, a pesar de las adversidades de la financiación y las crisis, se crea la infraestructura necesaria para las buenas prácticas de la gestión estratégica de la matrícula para la progresión de los estudiantes hacia la finalización de los estudios y la inserción laboral.